Gerard Jhonson

Nombre completo:
Gerard Logan Jhonson

Edad:
17 años

Voz:
Superleroyvv

Grupo:
Nerds

Rama:
Empollón

Descripción física:
Gerard es el típico empollón de instituto con un cartel en la frente que dice, pegarme. Delgado y bajito, simplón y sin nada que destaque demasiado. Intentó apuntarse a fútbol en un mal intento de que le aceptaran mejor en el instituto, pero debido a su corpulencia (o la inexistencia de ella) fue expulsado en las primeras pruebas.
Pelo castaño oscuro con las puntas para todos los lados excepto para donde tienen que ir. Su vestuario no es el de un empollón, odia las camisas viejas de flores hawaianas, los zapatos de vestir y los pantalones de tela de alguna tienda de marca. Podía pasar muy desapercibido entre los skaters y demás solitarios gracias a sus sudaderas de toda clase y sus pantalones anchos. Pero el no tiene la culpa de ser un empollón y tener una media ejemplar de 9,7, Si no fuera por la gimnasia, Gerard ya tendría un diez perfecto. Ojos pequeños y oscuros, que siempre entrecierra para mirar más allá pero es solo una costumbre, porque tiene la vista perfecta a pesar de estar todo el día enchufado a una pantalla o al un libro. Labios finos y nariz pequeña, con una leve desviación hacía el lado derecho por culpa de un golpe mientras escapaba de los matones que le perseguían a lo largo del pasillo.

Perfil psicológico:
Gerard es inteligente, un 160 de IQ no es ninguna tontería, aunque...bueno, para sus compañeros si que parece serlo. No se oculta y siempre anda bastante callado y silencioso delante de los que no podía llamar sus amigos. No le gusta entablar conversaciones tontas y algo en el le prohíbe hablar con los jugadores de fútbol y otros deportes del colegio. Les ve demasiado simples, cuadriculados, y prefiere no ponerse nervioso intentando que ese tipo de gente le entienda. Tiene amigos y es divertido, sus conversaciones no son sobre calculadoras o revistas científicas, pero eso nadie lo sabrá.
Es un chico valiente, que defenderá a los más débiles del instituto aunque luego acabe él con la cabeza metida dentro de la taza del váter. Pero eso a él no le molesta, al revés, se siente orgulloso de ello (no de haber metido la cabeza en el inodoro...)
Le gusta las cosas claras y es muy sincero, si no quiere decir la verdad se la callará, pero jamás dirá una mentira por salir del paso. Para él eso es peor que una traición, las cuales tampoco soporta. No le gusta los puestos que hay en el instituto, y mucho más cuando ve como uno de sus amigos a ascendido o a llegado a algo solo porque ha conseguido un enchufe y se ha vuelto un imbécil como los demás. Le gusta su grupo, le gusta ser normal, dentro de lo que cabe, luchar por sus sueños, por una carrera y una buena nota. Es el único grupo que ve que merezca la pena aunque todos los demás estén deseando llegar a ser una de esas Diosas vestidas de rosa chicle, o uno de esos monos que solo saben patear balones o pegarse entre ellos para conseguir a la hembra más popular.

Otras características:
- Le gustan los cómics de acción y los juegos de inteligencia estilo ajedrez. Mucho mejor cuando es contra el ordenador.
- No le gusta ganar dinero a lo tonto, es demasiado araña para esas cosas.
- Tiene una fea marca de nacimiento en la parte de abajo de la espalda.
- Tiene pavor a los sitios cerrados, y no entiende como el médico aún no le ha recetado claustrofobia. Jamás se mete dentro de un ascensor, y mucho menos dentro de un armario o algo por el estilo.
- Sufre de asma desde los cinco años y por eso no puede practicar casi ningún deporte aunque parece ser que eso a sus profesores se la resbala.

Historia:
Gerard nació en Manchester hace ya diecisiete años, pero no recuerda nada de su ciudad natal, es como un pequeño Flash Back en su vida. Se mudó a Los Ángeles con solo cinco años y desde entonces ha estado yendo a los mejores colegios e instituciones del país. Es lo bueno de tener a un padre embajador.
Rodeado de comodidades y de dinero, Gerard se convirtió desde pequeño en un nerd por su extraña costumbre de estudiar. Eso era lo que decían sus amigos más cercanos. Si no estuviera estudiando, leyendo o investigando por Internet a todas horas, sería uno de los más populares de todo el colegio. Y cuando Gerard les preguntaba si eso ayudaba con las notas todos ellos se quedaban callados.
Nunca hizo demasiados amigos. No le duraban mucho, siempre encontraban a alguien más divertido, más fiestero, más hablador que él. Tampoco es que le importara demasiado.
Su madre trabajaba como organizadora de fiestas en Los Ángeles y a ella si que la preocupaba. Se dedicaba a apuntarle a todo tipo de clases, de piano, de violín, de karate, de fútbol, natación y muchas otras cosas, para que Gerard hiciera amigos. Tuvo que sufrir un ataque de asma que le mantuvo ingresado durante días para que su madre dejara de llevarle a toda esa clase de sitios. Por suerte no fue nada peor, y Gerard Jhonson volvió a ir a clases, esta vez sin tener que soportar a su madre apuntándole a actividades extra escolares.
Aunque apuntarse al Sterling High School fue lo peor que hizo en su vida. Al ser un colegio de tanto prestigio, los grupos separados se notaban más y a Gerard le daban ganas de vomitar. Claro que, si conseguía una buena nota estando allí, conseguiría entrar en la mejor de las Universidades, lo único que le importaba en esos momentos.
Lo que no contaba era con tener que cantar a partir de ahora para poder llegar al diez en su media, y no tener que soportar muchísimo más al profesor de Educación Física.